viernes, 3 de enero de 2014

Los cambios en la vida de la URSS desde 1924 hasta 1936; Stalin, 1936

En las próximas líneas se abordan temas de enorme importancia en lo referentes a los cambios que operan al interior de una sociedad socialista en donde la burguesía ha sido derrotada y desaparecida «objetivamente» como clase —despojada de los medios de producción en su poder— siguiendo la correcta línea marxista-leninista. Obsérvese que los cambios no solo se dan al exterior de la clase sino al interior, en donde el proletariado tradicional deja de serlo para originar una «nueva clase social de obrero que tienen en sus manos lo medios de producción» por intermediación del Estado bajo la dictadura del proletariado.

También se aborda la naturaleza exitosa de las relaciones de amistad y cooperación entre las naciones bajo las directrices del socialismo científico. En este punto el lector ha de comprender que la disgregación de la URSS se debió al resurgimiento de los nacionalismos burgueses ocurridos tras el abandono de la teoría y práctica marxista-leninista procurada por la dirigencia revisionista soviética que se hizo con el poder tras la desaparición de Stalin y plenamente establecida tras el XX congreso del PCUS.

El documento:



¿Cuáles son los cambios que se han producido en la vida de la URSS durante el período de 1924 a 1936 y que la Comisión de la Constitución debía reflejar en su proyecto?

¿Cuál es la esencia de estos cambios?

¿Qué teníamos en 1924?

Nos encontrábamos entonces en el primer período de la NEP, en el que el Poder Soviético permitió cierta reanimación del capitalismo, al mismo tiempo que hacía todo lo posible por desarrollar el socialismo, confiando en organizar las cosas de modo que el sistema socialista prevaleciese sobre el capitalista en el curso de la emulación entre ambos sistemas económicos. La tarea consistía en consolidar en el curso de esta emulación las posiciones del socialismo, lograr la supresión de los elementos capitalistas y coronar la victoria del sistema socialista como sistema básico de la economía nacional.

Nuestra industria presentaba entonces un cuadro poco envidiable, sobre todo la industria pesada. Es verdad que se iba restaurando poco a poco, pero todavía distaba mucho de haber alcanzado su nivel de producción de anteguerra. Estaba basada en una técnica vieja, atrasada y exigua. Desde luego, se desarrollaba hacia el socialismo. La proporción del sector socialista en nuestra industria era, en aquella época, cosa del 80%. Pero el sector capitalista seguía poseyendo no menos del 20% de la industria.

Nuestra agricultura presentaba un cuadro aún más desconsolador. Verdad es que la clase de los terratenientes ya había sido suprimida, pero, en cambio, la clase de los capitalistas agrarios, la clase de los kulaks, seguía constituyendo una fuerza bastante considerable. Vista en su conjunto, la agricultura parecía entonces un inmenso océano de pequeñas haciendas campesinas individuales, de atrasada técnica medieval. En este océano, los koljoses y los sovjoses venían a ser puntos aislados e islotes, y, por cierto, no desempeñaban todavía un papel algo importante en nuestra economía nacional. Los koljoses y sovjoses eran débiles, mientras que el kulak seguía siendo fuerte. Entonces no hablábamos de suprimir a los kulaks, sino de limitarlos.

Lo mismo puede decirse de la circulación de mercancías en el país. El sector socialista sólo abarcaba de un 50 a un 60% de la circulación de mercancías, mientras que el restante campo de actividad se hallaba en manos de comerciantes, especuladores y demás representantes del capital privado en la esfera del comercio.

Este era el cuadro que presentaba nuestra economía en 1924.

¿Qué tenemos ahora, en 1936?

Mientras que entonces nos encontrábamos en el primer período de la NEP, a comienzos de la NEP, en un período de cierta reanimación del capitalismo, ahora nos hallamos en el último período de la NEP, al final de la NEP, en el período de la supresión completa del capitalismo en todas las esferas de la economía nacional.

Empezaremos señalando que nuestra industria se ha desarrollado durante este período hasta constituir una fuerza gigantesca. Hoy ya no se la puede calificar de débil y decir que esté mal equipada técnicamente. Al contrario, ahora se basa en una maquinaria nueva, abundante, moderna, y tenemos una industria pesada de gran desarrollo y una industria de construcción de maquinaria más desarrollada todavía. Lo más importante, sin embargo, es que el capitalismo ha sido desterrado completamente de la esfera de nuestra industria, y que la forma socialista de producción es ahora el sistema que domina por completo en ella. No se puede tildar de pequeñez el hecho de que, por el volumen de su producción, nuestra actual industria socialista supere a la de anteguerra en más de siete veces.

En la esfera de la agricultura, en lugar de un océano de pequeñas haciendas campesinas individuales, con una base técnica débil, y del predominio del kulak, tenemos ahora la producción mecanizada más grande del mundo, equipada con técnica nueva: el sistema de los koljoses y los sovjoses, dominante en todo el país. Nadie ignora que la clase de los kulaks ha sido suprimida en la agricultura y que el sector de la pequeña hacienda campesina individual, con su atrasada técnica propia del medievo, ocupa ahora un lugar insignificante; por cierto, su peso relativo en la agricultura, en lo que toca a la superficie de siembra, no pasa de un 2 ó un 3%. Debe señalarse que los koljoses cuentan ahora con 316.000 tractores con una potencia de 5.700.000 HP (Caballos de potencia o fuerza - Nota de Bitácora)y que, unidos a los sovjoses, tienen más de 400.000 tractores, con una potencia de 7.580.000 HP.

En lo que se refiere a la circulación de mercancías en el país, los comerciantes y los especuladores han sido expulsados completamente de este campo. Toda la circulación de mercancías se encuentra ahora en manos del Estado, de las cooperativas y de los koljoses. Ha surgido y se ha desarrollado un nuevo comercio, el comercio soviético, comercio sin especuladores, sin capitalistas.

Es, pues, un hecho la victoria completa del sistema socialista en todas las esferas de la economía nacional.

¿Y qué significa eso?

Significa que la explotación del hombre por el hombre ha sido suprimida, eliminada, y que la propiedad socialista sobre los instrumentos y medios de producción se ha consolidado, como base inconmovible de nuestra sociedad soviética. (Prolongados aplausos.)

Todos estos cambios en la esfera de la economía nacional de la URSS han hecho que contemos ahora con una nueva economía, la economía socialista, que no conoce las crisis ni el paro forzoso, que no conoce la miseria ni la ruina y que ofrece a los ciudadanos plena posibilidad de disfrutar una vida de bienestar y de cultura.

Estos son, a grandes rasgos, los cambios que se han producido en nuestra economía durante el período de 1924 a 1936.

Conforme a estos cambios en la economía de la URSS, ha cambiado también la estructura de clase de nuestra sociedad.

La clase de los terratenientes, como es sabido, fue ya suprimida gracias a la victoria obtenida en la guerra civil. En lo que respecta a las demás clases explotadoras, han compartido la suerte de la clase de los terratenientes. Ya no existe la clase de los capitalistas en la esfera de la industria. Ya no existe la clase de los kulaks en la esfera de la agricultura. Ya no hay comerciantes y especuladores en la esfera de la circulación de mercancías. Todas las clases explotadoras han sido, pues, suprimidas.

Queda la clase obrera.

Queda la clase campesina.

Quedan los intelectuales.

Pero sería un error creer que estos grupos sociales no han sufrido ningún cambio en este intervalo, que siguen siendo lo mismo que eran, por ejemplo, en el período del capitalismo.

Tomemos, por ejemplo, la clase obrera de la URSS. Frecuentemente se la llama proletariado, por tradición. ¿Pero qué es el proletariado? El proletariado es una clase privada de instrumentos y medios de producción en un sistema económico donde los instrumentos y medios de producción pertenecen a los capitalistas y donde la clase de los capitalistas explota al proletariado. El proletariado es una clase explotada por los capitalistas. Pero, como se sabe, en nuestro país la clase de los capitalistas ha sido ya suprimida, los instrumentos y medios de producción han sido quitados a los capitalistas y entregados al Estado, cuya fuerza dirigente es la clase obrera. Por lo tanto, ya no hay una clase capitalista que pueda explotar a la clase obrera. Por lo tanto, nuestra clase obrera no solamente no está privada de los instrumentos y medios de producción, sino que, por el contrario, los posee en común con todo el pueblo. Así, por esa razón, y por haber sido liquidada la clase de los capitalistas, queda descartada toda posibilidad de explotación de la clase obrera. ¿Podemos, después de esto, llamar a nuestra clase obrera proletariado? Claro que no. Marx decía que para que el proletariado pueda emanciparse tiene que aplastar a la clase de los capitalistas, quitar a los capitalistas los instrumentos y medios de producción y destruir las condiciones de producción que engendran el proletariado. ¿Puede decirse que la clase obrera de la URSS ha alcanzado ya estas condiciones de su emancipación? Indiscutiblemente, puede y debe decirse. ¿Y qué significa eso? Significa que el proletariado de la URSS se ha transformado en una clase completamente nueva, en la clase obrera de la URSS, que ha destruido el sistema económico capitalista, ha consolidado la propiedad socialista sobre los instrumentos y medios de producción y lleva la sociedad soviética camino del comunismo.

Como veis, la clase obrera de la URSS es una clase completamente nueva, liberada de la explotación, una clase obrera como no conocía hasta ahora la historia de la humanidad.

Pasemos a la cuestión de los campesinos. Suele decirse que los campesinos son una clase de pequeños productores, cuyos miembros están atomizados, dispersos por todo el país, que hurgan aisladamente la tierra en sus pequeñas haciendas, de técnica atrasada; que son esclavos de la propiedad privada y explotados impunemente por los terratenientes, los kulaks, los comerciantes, los especuladores, los usureros, etc. Y, en efecto, los campesinos, en los países capitalistas, hablando de su masa fundamental, son precisamente una clase así. ¿Puede decirse que nuestros campesinos de hoy, los campesinos soviéticos, se parecen, en su conjunto, a esos campesinos? No; no puede decirse. Ya no existen tales campesinos en nuestro país. Nuestros campesinos soviéticos son campesinos absolutamente nuevos. Ya no existen en nuestro país terratenientes ni kulaks, ni comerciantes ni usureros que puedan explotar a los campesinos. Por lo tanto, nuestros campesinos son campesinos emancipados de la explotación. Además, nuestros campesinos soviéticos son, en su aplastante mayoría, campesinos koljósianos, es decir, campesinos que no basan su actividad productora ni su patrimonio en el trabajo individual y en una técnica atrasada, sino en el trabajo colectivo y en una técnica moderna. Por último, la economía de nuestros campesinos no se apoya en la propiedad privada, sino en la propiedad colectiva, que se ha desarrollado sobre la base del trabajo colectivo.

Como veis, los campesinos soviéticos son campesinos completamente nuevos, como no los conocía hasta ahora la historia de la humanidad.

Pasemos, por último, a la cuestión de los intelectuales, a la cuestión de los ingenieros y demás personal técnico, de los trabajadores del frente cultural, de los empleados en general, etc. También han cambiado mucho durante el período transcurrido. Ya no son los antiguos intelectuales osificados, que trataban de colocarse por encima de las clases, cuando en realidad servían en su masa a los terratenientes y capitalistas. Nuestros intelectuales soviéticos son intelectuales completamente nuevos, cuyas raíces todas están vinculadas con la clase obrera y con el campesinado. En primer lugar, ha cambiado la composición social de los intelectuales. Los descendientes de la nobleza y de la burguesía constituyen un pequeño porcentaje de nuestros intelectuales soviéticos. El 80 ó 90% de los intelectuales soviéticos proceden de la clase obrera, del campesinado y de otras capas trabajadoras. Y, por último, ha cambiado el carácter mismo de la actividad de los intelectuales. Antes se veían obligados a servir a las clases ricas, pues no tenían otra salida. Ahora tienen que servir al pueblo, pues ya no existen clases explotadoras. Y precisamente por ello son miembros con plenos derechos de la sociedad soviética, donde, en común con los obreros y campesinos, hombro a hombro con ellos, llevan a cabo la edificación de una nueva sociedad, de la sociedad socialista sin clases.

Como veis, se trata de una intelectualidad nueva, de una intelectualidad trabajadora, como no la hay en ningún otro país del mundo.

Estos son los cambios que se han producido en el período de que tratamos en la estructura de clase de la sociedad soviética.

¿Qué evidencian estos cambios?

Evidencian, en primer lugar, que las líneas divisorias entre la clase obrera y los campesinos, así como entre estas clases y los intelectuales, se están borrando, y que está desapareciendo el viejo exclusivismo de clase. Esto significa que la distancia entre estos grupos sociales se acorta cada vez más.

Evidencian, en segundo lugar, que las contradicciones económicas entre estos grupos sociales desaparecen, se borran.

Evidencian, por último, que desaparecen y se borran, igualmente, sus contradicciones políticas.

Esos son los cambios que se han producido en la estructura de clase de la URSS.

El cuadro de los cambios que se han producido en la vida social de la Unión Soviética no sería completo si no dijésemos unas palabras de los cambios habidos en otro terreno. Me refiero a las relaciones entre las nacionalidades de la URSS. Como se sabe, en la Unión Soviética hay cerca de 60 naciones, grupos nacionales y pueblos. El Estado Soviético es un Estado multinacional. Claro está que la cuestión de las relaciones entre los pueblos de la URSS no puede por menos de tener para nosotros una importancia de primer orden.

La Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas se formó, como es sabido, en 1922, en el I Congreso de los Soviets de la URSS. Se formó basándose en el principio de la igualdad y la libre unión de los pueblos de la URSS. La Constitución actualmente en vigor, la de 1924, es la primera Constitución de la URSS. Era aquél un período en el que las relaciones entre los pueblos todavía no estaban debidamente organizadas; en que las reminiscencias de la desconfianza hacia los grandes rusos todavía no habían desaparecido, en que las fuerzas centrífugas continuaban aún obrando. En aquellas condiciones era necesario establecer la cooperación fraternal de los pueblos sobre la base de la mutua asistencia económica, política y militar, uniéndolos en un Estado multinacional federal. El Poder Soviético no podía dejar de ver las dificultades de esta obra. Ante sí tenía los experimentos fracasados de los Estados multinacionales en los países burgueses. Tenía ante sí el fracaso del experimento del viejo imperio austro-húngaro. Sin embargo, resolvió intentar la creación de un Estado multinacional, porque sabía que un Estado multinacional surgido sobre la base del socialismo tenía que salir triunfante de toda clase de pruebas.

Desde entonces han transcurrido catorce años. Es ése un período suficiente para comprobar un ensayo. ¿Y qué vemos? El período transcurrido desde entonces ha evidenciado, sin dejar lugar a dudas, que el ensayo de formar un Estado multinacional sobre la base del socialismo ha tenido pleno éxito. Esta es una victoria indiscutible de la política leninista en cuestión nacional. (Prolongados aplausos.)

¿A qué se debe esta victoria?

La ausencia de clases explotadoras, que son las principales organizadoras de los choques entre las naciones; la ausencia de la explotación, que cultiva la desconfianza mutua y atiza las pasiones nacionalistas; el hecho de que el Poder se halle en manos de la clase obrera, enemiga de toda esclavitud y fiel campeona de la idea del internacionalismo; la realización efectiva de la ayuda mutua entre los pueblos en todas las esferas de la vida económica y social; y, por último, el florecimiento de la cultura nacional de los pueblos de la URSS, cultura nacional por su forma y socialista por su contenido; todos estos factores y otros análogos han cambiado esencialmente la fisonomía de los pueblos de la URSS; su sentimiento de mutua desconfianza ha desaparecido, se ha desarrollado en ellos el sentimiento de la amistad, y de esta manera se ha establecido una cooperación verdaderamente fraternal entre los pueblos en el sistema de un Estado federal único.

Como resultado de ello, tenemos ahora un Estado socialista multinacional definitivamente cristalizado, que ha salido triunfante de todas las pruebas y cuya solidez puede envidiar cualquier Estado nacional de cualquier parte del mundo. (Clamorosos aplausos.)

Estos son los cambios que se han producido durante el período que nos ocupa en las relaciones entre las nacionalidades de la URSS.

Tal es el balance general de los cambios habidos en la vida económica, política y social de la URSS durante el período de 1924 a 1936.


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