jueves, 7 de mayo de 2015

No puede autocalificarse de marxista-leninista un partido, cuando los líderes de su dirección apenas conocen su teoría

Fidel Castro, António Agostinho Neto y Leonid Brézhnev

«
Los hegemonistas soviéticos no escatiman los elogios más desenfrenados a los gobernantes de los nuevos Estados nacionales que de una u otra forma están atados al carro de la política de la Unión Soviética. Llegan al extremo de considerar a estos gobernantes como:

«Revolucionarios destacados». (Vaprosi fillosoti; Nº.2, 1983)


Que:

«Se esfuerzan por asimilar la teoría del socialismo científico». (Vaprosi fillosoti; Nº.2, 1983)

¡Como si la revolución pasara por enseñar el marxismo leninismo a su líder!; y añaden que gracias a esto es que sus países:

«Pueden integrarse en el sistema socialista mundial». (Vaprosi fillosoti; Nº.2, 1983)

La vida se ha encargado de probar que las presiones, la corrupción, las intervenciones y otras actividades del mismo estilo, a las que recurren los socialimperialistas soviéticos tienen por objetivo realizar sus fines neocolonialistas, hegemonistas y contrarrevolucionarios, en cualquier parte y en los países de pretendida «orientación socialista». Tratan de pasar por amigos y aliados de los pueblos, pero fraguan continuos complots a espaldas suyas. Cuando estos complots de los socialimperialistas soviéticos son descubiertos y desenmascarados y no se acepta su tutela, como ha ocurrido en algunos países africanos, acusan a estos países de desviarse del camino de la «orientación socialista» y a sus dirigentes de tomar decisiones apresuradas, de carácter subjetivo. Este hecho evidencia que tanto la teoría de la «vía no capitalista de desarrollo» como la de «orientación socialista» han sido inventadas y son propagadas por los revisionistas soviéticos en función de sus fines neocolonialistas y hegemonistas». (Nesti KaraguniLa esencia reaccionaria de la teoría revisionista soviética de la «orientación socialista», 1984)

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