miércoles, 22 de abril de 2015

Entre partidos marxista-leninistas: evitar unir directrices con consejos y evitar que estos sean en forma de recetas de ingredientes esquemáticos y metafísicos


«A nuestro país llegan camaradas comunistas del extranjero que nos cuentan lo que en China les dicen acerca de cómo organizar el frente en su país, acerca de cómo concertar alianzas. Ahora bien, en estas recomendaciones chinas muchas veces constatamos actitudes tanto sectarias como liberales. Opinamos que, para aconsejar correctamente a los otros partidos, hay que conocer muy bien la situación política de los países donde desarrollan su actividad, y que incluso así hay que ser muy prudente. La cuestión toma un cariz aún más peligroso, cuando no se ha desarrollado correctamente la política del frente, o de las alianzas en el propio país y se pretende ofrecerla a los otros como modelo. 

En concreto pienso –y pudiera ser que me equivocase–, que los camaradas chinos deben mostrarse mesurados en este sentido. En la India, por ejemplo, por lo que sabemos, existen actualmente tres «partidos comunistas». Naturalmente allí nosotros apoyamos a los verdaderos marxista-leninistas, pero si se les aconseja «hacer la Revolución Cultural» o si se les da recetas sobre «la manera de organizar las alianzas y el frente en la India», sin antes haber hecho un análisis del frente, de las alianzas y de la Revolución Cultural en el propio país, se corre el riesgo de desorientar a los camaradas hindúes. 

Nosotros estimamos que los camaradas marxista-leninistas hindúes deben apoyarse en el Partido Comunista de China y solicitar su ayuda, y que ésta debe serles concedida, pero al mismo tiempo pensamos que se debe tener en cuenta que los camaradas hindúes son los únicos responsables de su trabajo, que en este sentido ellos son los más competentes. A ellos y a quienquiera que esté dispuesto a escucharlos, se les puede dar consejos, también se les puede criticar camaraderilmente cuando cometen errores o combatirlos cuando se desvían, pero no darles recetas. Si aplicamos las verdaderas normas marxista-leninistas en las relaciones con los partidos o los grupos, todo marchará bien. El marxismo-leninismo es la ciencia más exacta, la más racional, la más madura, la más infalible, si se aplica correctamente. Si no se aplica correctamente, se cae en la desviación. Reduciendo las cosas simples o complicadas a ciertos estereotipos y queriendo resolverlas con citas y fórmulas hechas, no se conseguirá nada bueno». (Enver Hoxha; Política exterior de China, política de autoaislamiento; Reflexiones sobre China, 14 de julio de 1967)

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