martes, 8 de diciembre de 2015

Comunicado para la escisión voluntaria de los camaradas del "Grupo de crítica" al PCOE; Grupo de crítica, 2015

He aquí un ejemplo de las inevitables contradicciones de los partidos revisionistas con su militancia. Suele ocurrir que los partidos revisionistas gracias a posar bajo una fraseología y simbología comunista arrastran a militantes incautos, pero esa es sola la primera parte de la película, generalmente si los militantes son revolucionarios honestos más pronto que tarde se dan cuenta de que la fraseología y simbología son pura pose, y que incluso ciertas teorizaciones correctas no se cumplen en la práctica. Eso es lo que ha vuelto a ocurrir en el Partido Comunista Obrero Español (PCOE) con parte de los militantes jóvenes que lo formaban, quienes pese a su juventud, gracias a su formación autodidacta pronto han podido detectar la falta de coherencia revolucionaria en dicho partido, decidiendo como es normal escindirse y poner punto final. Es necesario hacer unos apuntes a este documento a respecto de la historia del PCOE:

1. Recordemos que el PCOE es un viejo partido nacido en los 70 por medio de Enrique Líster al calor del incipiente revisionismo soviético:

«Especulando con el nombre de Lenin y del partido bolchevique, los revisionistas jruschovistas hicieron todo tipo de esfuerzos para imponer su línea antimarxista, esta revisión de la teoría marxista-leninista en todos los terrenos, a todos los partidos comunistas del mundo. Querían que los partidos comunistas y obreros del mundo se encuadraran en esta línea revisionista y se transformaran en partidos contrarrevolucionarios, en ciegos instrumentos de la dictadura burguesa, para servir al capitalismo. Pero estos deseos no se vieron completamente realizados, porque, en primer lugar, el Partido del Trabajo de Albania se mantuvo inconmovible en la aplicación consecuente del marxismo-leninismo y en la defensa de su pureza». (Enver Hoxha; El imperialismo y la revolución, 1978)

Las divergencias con el Partido Comunista de España (PCE) de Carrillo no eran contradicciones antagónicas:

«A partir de 1960, en el Partido Comunista de España comenzaron a surgir grandes disputas y divergencias que conducirían a la escisión del partido. Fue así como se crearon dos fracciones revisionistas, antimarxistas: una, prosoviética, encabezada por Enrique Líster; y otra, que buscaba independizarse de Moscú, para poder aplicar su propia línea, que posteriormente tomaría el nombre de eurocomunismo. A la cabeza de esta segunda fracción estaban Dolores Ibárruri y Santiago Carrillo». (Enver Hoxha; Eurocomunismo es anticomunismo, 1980)

Sino que la diferencia importante es que Carrillo deseaba separarse del dictamen de Moscú para crear su propia variante revisionista sin rendir cuentas a nadie, mientras que Líster todavía seguía pensando en los 70 que la Unión Soviética de Brézhnev era socialista como en la época de Lenin y Stalin. Muestra de ello es que hasta 1973 Líster es uno de los responsables de la degeneración del glorioso PCE de José Díaz aceptando las teorías revisionistas de Carrillo-Ibárruri de la «reconciliación nacional» –como se puede ver en los artículos de la revista del PCE «Nuestra Bandera»– o participando en la defenestración de Joan Comorera y otros marxista-leninistas de los años 40. Como muestra para el lector del carácter de Líster, en los 80, con la expulsión de Carrillo del PCE, Líster se llevó a varios de sus militantes para integrarlos en el PCE, ¡como si la expulsión de Carrillo supusiera el fin de su oportunismo en el PCE! Es decir el PCOE ha sido y es un partido de oportunistas y eclécticos sin principios. Por ello su postura en cuanto a la cuestión del frente –ajena a las enseñanzas marxista-leninistas de frente– y de partido –practicando un centralismo burocrático– y otras no son más que vestigios no superados de su época oficial brézhnevista.

2. El PCOE ha apoyado siempre todas y cada una de las tesis socialimperialistas del revisionismo soviético, hablamos desde la teoría político-militar de la «soberanía limitada» –que legitimaba la intervención soviética en cualquier país si la Unión Soviética creía que allí peligraba el «socialismo»–, o la teoría económica de la «división socialista del trabajo» –que buscaba la especialización económica en cada país dentro del campo revisionista soviético, propiciando que estos países desarrollaran una extrema dependencia de la extensa gama de material industrial que ya había logrado obtener la Unión Soviética–, etc. Es decir el PCOE ha sido cómplice tanto de la política interior como exterior de traición al proletariado y los pueblos de los líderes revisionistas soviéticos, y en España actuó como una despreciable agencia del revisionismo soviético y actuó bajo sus teorizaciones revisionistas:

«El flujo del revisionismo soviético representa en todas las cuestiones fundamentales un programa de traición completa al marxismo-leninismo, mientras que se apoya en los intereses imperialistas del propio socialimperialismo soviético. Los partidos soviéticos son en mayor o menor grado una quintacolumna del socialimperialismo en sus países». (Partido Comunista de Alemania/Marxista-Leninista; Programa, 1978) 

3. El PCOE nunca ha tenido una posición clara hacia los revisionismos modernos, al revisionismo eurocomunista lo criticaba desde posiciones hipócritas, pues el mismo Líster había sido sostenedor de dichas teorías desde finales de los 40. Al revisionismo yugoslavo jamás lo combatió con firmeza y se reconcilió con él, y al revisionismo chino las pocas críticas parten desde las mismas posiciones jruschovistas-brézhnevistas, ergo no sirven para desmontar siquiera al revisionismo chino. Por no hablar de su apoyo panfletario –sin un solo análisis de su porqué– a Corea del Norte, Cuba, Vietnam y otros países revisionistas-capitalistas. La última posición ante el «revisionismo del siglo XXI» al cual defienden patéticamente imitando la postura de sus ídolos los revisionistas cubanos vuelve a confirmar su catadura. ¿Qué línea «comunista» en materia de política exterior es aquella que coincide con adular a prácticamente todas las variantes del revisionismo recordando a la línea carrillista de «saludo a todo lo que se autodenomine comunista y lleve hoz y martillo sin mayor análisis»?:

«En la lucha contra el revisionismo moderno, al igual que frente a todos los demás problemas, la única posi­ción correcta es la posición de principios. Con los principios no se puede traficar, cuando se trata de la defensa de los principios no hay que detenerse a mitad del camino, no hay que mantener jamás una actitud vacilante y opor­tunista. La lucha entre el marxismo-leninismo y el revi­sionismo es una manifestación de la lucha de clases entre el proletariado y la burguesía, entre el socialismo y el capitalismo. En esta lucha no puede haber una línea in­termedia. La línea del «término medio», como ha demos­trado durante largos años la experiencia histórica, es la línea de la conciliación de los contrarios, que jamás pue­den conciliarse, es una posición inestable y momentánea. La línea intermedia no puede servir ni siquiera para enmascarar la desviación de los principios marxista-leni­nistas, puesto que la lucha contra el revisionismo, si no se inspira en motivos ideológicos, sino únicamente en ciertas contradicciones económicas o políticas, sobre bases nacionalistas y chovinistas, es un bluff y no llegará muy lejos. Quién se atiene a esta línea en su actitud hacia los renegados del marxismo-leninismo, tarde o temprano, corre el peligro de caer, él mismo, en las posiciones de éstos». (Enver Hoxha; Informe en el  Vº Congreso del Partido del Trabajo de Albania, 1 de noviembre de 1966)

3. El PCOE jamás ha explicado a sus militantes los ridículos cambios de postura en su línea política gracias a los antojos de Líster. Tampoco ni él ni los Secretarios Generales posteriores han hecho un análisis de la degeneración del PCE, ni siquiera a día de hoy existe un misero artículo que explique al proletariado español la pérdida de su partido de clase. De hecho y si nos ponemos a mirar, los documentos del PCOE de los 70, 80 ó 90 como es costumbre en los partidos revisionistas, son vetados tanto para simpatizantes como para militantes, para no exponer las vergüenzas. Es decir que uno debe creerse la supuesta «heroica lucha» del PCOE y la supuesta «postura antirevisionista» sin tener acceso a sus archivos, algo necio, cuando todos saben de la práctica traidora y conciliadora con el oportunismo de todo pelaje, empezando por el revisionismo de tipo soviético. ¿Qué tipo de partido «comunista» es aquel que oculta su línea pasada o actual a las masas y los militantes?:

«Es un hecho innegable que el Partido Comunista de China con su «gran» presidente y sus «eminentes» dirigentes, no tiene todavía la Historia del Partido escrita y aprobada oficialmente. ¡No, no existe! ¿Dónde pueden aprender las jóvenes generaciones chinas la historia de su partido comunista con sus aciertos y sus errores? En ninguna parte. Al menos no tenemos conocimiento de ninguna obra de este género. ¿Acaso tendrán alguna Historia del Partido Comunista de China que guarden en secreto ? No es posible. Entonces, ¿por qué no la han escrito ? ¿Carecen de hombres o de medios? Ambos argumentos son inadmisibles. ¿Y entonces? Les es difícil escribir la Historia de su Partido, porque les es difícil analizar su línea y su lucha. Les es difícil definir y analizar a través del prisma del marxismo-leninismo las etapas por las que ha atravesado, los acontecimientos, las transformaciones producidas y sus causas, el papel de tal o cual dirigente o grupo, etc. Los que fuesen llamados a hacerlo, al escribir tal documento, deberían asumir la responsabilidad de su contenido, porque el mundo les juzgaría y se verían reflejados como en un espejo. Los que están en condiciones de escribirla, no pueden hacerlo a través del prisma del marxismo-leninismo, porque ellos mismos no son marxista-leninistas, sino oportunistas y pragmáticos que durante decenas de años han estado entregados a las luchas fraccionalistas y a los complots, porque han estado sujetos a una asombrosa inestabilidad política e ideológica». (Enver Hoxha; Un partido descompuesto; Reflexiones sobre China, Tomo II, 2 de diciembre de 1976)

Por desgracia esta práctica es muy común en todos los partidos revisionistas actuales, quienes por temor a que le desenmascaren ocultan sus documentos pasados y presentes, así que si para los jefes oportunistas del PCOE les sirve de consuelo, no son el único partido que hace eso. El PCOE como el Partido Comunista Griego (conocido por sus siglas en griego KKE), el Partido Comunista de Venezuela (PCV) o también en España el Partido Comunista de los Pueblos de España (PCPE), ha sido el clásico partido jruschovista-brézhnevista-gorbachista que a la caída del bloque revisionista soviético en 1991, empezaron a realizar una pretendida «autocrítica» de su posición sobre la Unión Soviética capitalista-revisionista, pero en realidad siguen defendiendo los viejos esquemas de los partidos revisionistas prosoviéticos, y salvo otorgar una mayor culpa a Gorbachov –que es utilizado de cabeza de turco para justificar todos los errores de la práctica revisionista, no aportan nada que no hayamos oído, hay algunos que incluso pese a reconocer que existía una claro revisionismo en la Unión Soviética, lo cierto es que estos partidos y sus líderes siguen manteniendo, que pese a todo, ¡existía un régimen socialista hasta 1991! Patético.

4. Como se puede ver, y como casi todo neo-revisionista, la presunta incorporación a «la defensa de la figura de Stalin» es mera simbología y una fantochada, en realidad se vuelve a ver en sus declaraciones oficiales y privadas como estos revisionistas reviven los mitos jruschovistas, maoístas, trotskistas y titoistas sobre los «errores de Stalin»:

«A pesar de todas las disputas y desacuerdos los revisionistas de distintas especies coinciden en desacreditar y calumniar a Stalin, desde los soviéticos, eurocomunistas, titoistas, maoístas, trotskistas, anarquistas, espontaneistas, etc. Encontramos en ello aquí un frente común con los imperialistas, los fascistas y la reacción mundial. En este sentido, la actitud en torno a Stalin es una cuestión fundamental, un criterio, una línea de demarcación que separa a los verdaderos marxista-leninistas de los revisionistas y oportunistas de todos los matices, los verdaderos revolucionarios de los contrarrevolucionarios. Si defendemos a Stalin, defendemos al marxismo-leninismo, las tradiciones revolucionarias del Octubre Rojo de 1917 y la experiencia del primer Estado socialista fundado por Lenin y Stalin de hace 30 años. Nuestro compromiso con el Camarada Stalin no debe ser sólo un servicio de palabra. Honremos mejor a Stalin, aprendiendo de él. Aprendiendo de sus ricas experiencias sobre la lucha de clases, su espíritu revolucionario de lucha, su compromiso marxista-leninista, sus métodos de trabajo, etc. Adquiramos su capacidad de mirar al marxismo-leninismo no como dogma sino como guía de acción». (Ernst Aust; A partir de Stalin aprendimos lo que significa aprender a ganar; en el centenario de Iósif Stalin, 21 de diciembre de 1979)

Por supuesto, el PCOE como partido adalid del revisionismo soviético, siempre ha masticado un rancio odio hacia el Partido del Trabajo de Albania y su líder Enver Hoxha, en especial jamás soportaron la labor de clarividencia en el movimiento comunista marxista-leninista de los mitos del revisionismo soviético en cuanto a su economía, cultura, política exterior, etc., por ello sus jefes siguen escupiendo las mismas barrabasadas sobre los marxista-leninistas albaneses.

5. Una vez más, esto sirve de escarmiento para los defensores de la teoría de «recuperar los partidos revisionistas». Los partidos estructurados bajo el centralismo burocrático, que mitifican y hacen intocables a la crítica a sus veteranos fósiles revisionistas, que imposibilitan toda iniciativa de los órganos inferiores, y evitan rendir responsabilidades en los órganos superiores, todos estos partidos bajo esta estructura creada por sus jefes, son irrecuperables:

«Con el fin de rechazar las enseñanzas del marxismo-leninismo sobre el papel y la importancia de la organización del partido, los enemigos de la clase obrera y del marxismo-leninismo, los oportunistas y revisionistas, antiguos y nuevos, niegan el principio del centralismo democrático. (...) Niegan la necesidad de la participación de todos los miembros del partido, sin excepción, en una de las organizaciones de base, y describen el requisito obligatorio de rendir cuentas de las funciones que desempeñan como ultra-democracia, es decir, una distorsión de la democracia. (...) Los revisionistas modernos que están en el poder, encabezados por los revisionistas soviéticos, hablan mucho acerca de la democracia dentro del partido y se jactan de que aplican los principios leninistas sobre el partido. Pero esto está lejos de la verdad. En esos partidos, el centralismo democrático se ha transformado en el centralismo burocrático. Los miembros del partido que se oponen a su línea y la política antiproletaria son sometidos a represalias, el destierro y la cárcel. La línea de los partidos revisionistas no es el fruto de la participación de la masa de los miembros del partido y las clases trabajadoras, sino el trabajo de las camarillas gobernantes. La disciplina del partido se ha convertido en una disciplina mecánica y la masa de los miembros del partido se someten a las decisiones de la dirección desde el miedo». (Petro Ciruna y Pandi Tase; La degeneración organizativa de los partidos revisionistas y sus consecuencias, 1978)

Esperemos que este fenómeno sirva de ejemplo a otros revolucionarios honestos para no pasar por esto, el documento se podrá de descargar al final:



COMUNICADO DEL “GRUPO DE CRÍTICA” AL “P.C.O.E.”

En vistas a los virajes de la política del Partido Comunista Obrero Español, especialmente tras el Xvº Congreso, que han demostrado que su línea no mejoraba paulatinamente sino todo lo contrario tras los avances que se hiciesen con anterioridad, y que hacían mantener al Partido actitudes oportunistas frente a temas candentes tanto en los asuntos prácticos como ideológicos, un grupo de camaradas de diversos colectivos del Partido ha decidido unirse para comentarlos, llegando a las siguientes denuncias fundamentales, entre otras a las que no hacemos alusión aquí pero que serán tratadas independientemente en un futuro próximo, por su extensión.


ÍNDICE DE CONTENIDOS:


1. Cuba no es socialista, nunca lo ha sido, y nunca lo será bajo las actuales condiciones.

2. La reforma agraria que propone el P.C.O.E. es oportunista.

3. La dirección del Partido escupió veneno revisionista a los camaradas de Andoain en una discusión.

4. Se carece de centralismo democrático.

5. Se minan las bases de un verdadero Frente Popular.

6. La táctica de las elecciones que lleva a cabo el P.C.O.E. es errónea.

7. Nuestras conclusiones sobre todo ésto.

8. Llamamiento a los marxistas-leninistas de España.

Notas

[1] Descarga en PDF AQUÍ [MEGA].

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