jueves, 17 de diciembre de 2015

La negación de los revisionistas soviétivos del papel de la clase obrera y su partido en la revolución de los países subdesarrollados

Gorbachov líder revisionista soviético, y Gadaffi líder revisionista libio en los 80

«También se afirma que la transición al socialismo es realizable con la dirección de las fuerzas no proletarias que están a la cabeza del Estado de «orientación socialista». En las condiciones actuales, argumentan ellos, gracias a «la vía no capitalista de desarrollo», los países donde:

«El proletariado es reducido numéricamente y se encuentra en plena formación, y donde la diferenciación de clase es baja y el antagonismo de clase entre los polos de clase opuestos, pueden surgir de fuerzas «activas» como las capas intermedias –pequeña burguesía, intelectuales, funcionarios, etc.– capaz de unir a los movimientos democráticos y socialistas» y realizar «el paso al socialismo». (Aktualnie problemi ideologi nacionalno-osvoboditelno dvizhenija v stranah Azii i Afriki, Moscou, 1982)

Este fenómeno constituye según ellos, una «característica distintiva» de:

«La experiencia principiante de la construcción del socialismo bajo la dirección del proletariado». (Aktualnie problemi ideologi nacionalno-osvoboditelno dvizhenija v stranah Azii i Afriki, Moscou, 1982)

Las numerosas tesis revisionistas de la «vía no capitalista de desarrollo» están llenas de interpretaciones antimarxistas sobre el rol del factor interno y externo en la revolución y la construcción del socialismo. En oposición del marxismo-leninismo sobre el rol determinante del factor interior, los revisionistas soviéticos definen este factor como «condición fundamental» y «determinante» al paso al socialismo a través de la vía de desarrollo no capitalista la ayuda directa de la Unión Soviética, la cooperación con ella en todos los aspectos, lo cuales serían supuestamente:

«Factores complementarios, pero también componentes orgánicos de todo el complejo de las transformaciones sociales y económicas de los Estados de orientación socialista». (MEMO, n° 10, 1980, p. 152)

En otras palabras, si los países atrasados se unen a la Unión Soviética socialimperialista, el «vació» que existe debido a la ausencia de la dirección del proletariado en la revolución será «llenado» por ésta, y la realización de «todas las transformaciones económicas y sociales» por la dirección de las fuerzas no proletarias estará «garantizado».

Las «teorías» de los revisionistas soviéticos de la «vía no capitalista de desarrollo» y de «orientación socialista» están llenas de funestas consecuencias para la libertad y la independencia de los países excoloniales, son fatales para la verdadera liberación nacional y social de los pueblos de estos países. Particularmente han sido creadas para sabotear la causa de la revolución y de la lucha por el triunfo del socialismo, para perpetuar el orden económico, social y político de la explotación capitalista así como para realizar las finalidades socialimperialistas en terceros países. Desnudando y desenmascarando la esencia anticientífica y contrarrevolucionaria de las teorías de la «vía no capitalista de desarrollo» y de «orientación socialista», así como los objetivos que los revisionistas soviéticos pretendían alcanzar a través de sus tesis, el camarada Enver Hoxha subrayó que:

[«Actualmente se han reanimado diversas teorías que predican la espontaneidad en el movimiento revolucionario, que menoscaban el papel del factor consciente, que niegan el papel de la teoría y del partido del proletariado. La degeneración de los partidos revisionistas, su transformación en partidos reformistas, inocuos para la burguesía, y las tesis antimarxistas de los revisionistas modernos, soviéticos, yugoslavos, italianos, etc., de que «el capitalismo se está integrando en el socialismo de manera, consciente o inconsciente, gradual o radical», de que «también partidos y organizaciones políticas no proletarias pueden llegar a ser portadores de los ideales del socialismo y dirigentes de la lucha por su realización», de que «también algunos países donde está en el poder la nueva burguesía nacional se encaminan hacia el socialismo», etc». (Enver Hoxha; Informe en el VIº Congreso del Partido del Trabajo de Albania, 1 de noviembre de 1971) – Anotación de Bitácora (M-L)]

«Se han convertido en base para propagar los puntos de vista más extremistas que niegan totalmente el papel de la teoría y la necesidad del partido de la clase obrera». (Enver Hoxha; Informe en el VIº Congreso del Partido del Trabajo de Albania, 1 de noviembre de 1971)

Y que:

«El contenido objetivo de todas las «teorías» que niegan la necesidad del papel dirigente de la clase obrera y de su partido es de hecho la negación de la revolución, del socialismo y del marxismo-leninismo». (Enver Hoxha; Informe en el VIº Congreso del Partido del Trabajo de Albania, 1 de noviembre de 1971)

Los clásicos del marxismo-leninismo jamás condicionaron, contrariamente a lo que aspiran los revisionistas soviéticos, el paso de los países subdesarrollados al socialismo por una revolución habitualmente nacional-democrática dirigida por las fuerzas no proletarias.

Lenin, que desarrolló todavía más las ideas de Marx y Engels sobre el paso directo de los países subdesarrollados al socialismo sin pasar previamente por la fase de capitalismo avanzado, relacionó este paso con el éxito de la revolución en las condiciones del imperialismo, a la transformación incesante de la revolución nacional, democrática y popular dirigida por el proletariado, con su partido comunista a la cabeza, en revolución socialista.

Las enseñanzas de Lenin siguen teniendo toda su actualidad. Todas las fuerzas revolucionarias que luchan por derrocar el orden burgués pueden conseguir la victoria si se unen en su lucha con la clase obrera, si saben y admiten su rol dirigente, y el del partido marxista-leninista. Esto como lo subrayó nuestro partido, es una necesidad objetiva. Una alternativa diferente conduciría al aventurismo y la derrota». (Llambro FiloLa «vía no capitalista de desarrollo» y la «orientación socialista», «teorías», que sabotean la revolución y abren las vías a la expansión neocolonialista, 1985)

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